En tiempos más felices, Ammar Salim Khidhir dedicó gran parte de su arte a los niños, por lo que hacía figuras grandes de personajes como Bob Esponja, a partir de materiales como la esponja y la silicona.
Atrás han quedado aquellos días. Ahora, Khidhir se ve a sí mismo en una encrucijada histórica, tras la calamidad que sufre la comunidad yazidí, a manos del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL).
El pintor de 31 años de edad, pinta desde la tarde hasta el amanecer en la ciudad de Duhok, ubicada en la región kurda de Irak. Ahora está trabajando en su novena pintura que representa el horripilante asesinato en masa de ISIL, en junio pasado, de cientos de soldados iraquíes, ubicados en el campamento militar Speicher, cerca de Tikrit, en el centro de Irak. En esta pintura, el agua del río Tigris enrojeció con la sangre.
Según Khidhir, “la gente ha oído hablar de las atrocidades en las noticias, pero … no tienen mucho de una idea real de lo que sucedió exactamente. Hice estas pinturas con lo que en realidad se puede imaginar que pasó.”
El resto de las pinturas de Khidhir se centran en acciones del ISIL contra la comunidad yazidi, que practica una fe distinta de tradición mesopotámica. Cuando el ISIL invadió zonas de población yazidi, en la provincia de Nínive, oeste de Irak el pasado verano, los combatientes del grupo mataron a cientos de hombres. Mujeres y niñas Yazidi fueron secuestradas. Muchos fueron obligados a convertirse al Islam y reclutaron forzosamente a jóvenes varones Yazidi en sus filas.
“La gente tiene por supuesto oído hablar de las atrocidades en las noticias, pero … no tienen mucho de una idea real de qué es exactamente lo que ocurrió”, dijo a Al Jazeera Khidhir desde el interior de su pequeño taller, cuyas paredes están decoradas con sus pinturas .
AJ
One comment
Pingback: Un adorador del diablo convertido en artista |