Un alto mando de la oposición siria ha señalado que cualquier plan de paz que permita presentarse a Bashar al-Assad a unas elecciones después de un periodo de transición sería una “locura” porque, según este dirigente, el actual presidente es la raíz del problema del país y la celebración de una consulta a nivel nacional es imposible.
Según informó Reuters ayer jueves, el principal aliado de Damasco, Irán, aceptaría un periodo de transición de seis meses que concluiría con unas elecciones en las que se decidiría el futuro de Assad.
Alrededor de una docena de países, entre los que se encuentran Irán, Estados Unidos y Rusia, se reunirán hoy viernes en Viena para encaminar unas negociaciones que pongan fin a más de cuatro años de guerra. Ni el régimen de al-Assad ni la oposición siria formarán parte de estas conversaciones
“¿Quién está lo suficientemente loco como para creer que, en estas circunstancias, se puedan celebrar unas elecciones en Siria?” afirmó George Sabra, uno de los principales miembros de la Coalición Nacional de Siria, oposición respaldada por Occidente.
“Varios millones de sirios están fuera de Siria. Algunos de ellos en campos de refugiados de diferentes países. En Siria hay millones de personas que han dejados sus casas y sus vidas en busca de seguridad” agregó.
Sabra rechazó la idea de que al- Assad se pueda presentar a unas elecciones alegando que tanto el presidente, como sus aliados rusos, iraníes y Hezbolá habían atacado a la población siria lo que ha provocado la irrupción de grupos insurgentes extremistas: “Bashar al-Assad y su régimen son la raíz del terrorismo en Siria”.
“Creo que lo que está sucediendo estos días en Viena es un carnaval de los estados de Oriente Medio. Hacen declaraciones para satisfacer sus propios intereses sin abordar el verdadero problema de Siria” añadió Sabra.
Por su parte, el comandante rebelde de la División 13, Ahmed al-Seoud, habló sobre la propuesta de elecciones: “A la sombra de esta anarquía no habrá elecciones reales, por lo tanto, las rechazamos absolutamente”.
Teherán y Moscú han prestado un apoyo crucial al gobierno de Assad, mientras que otros actores de la región como Turquía, Arabia Saudí y Qatar exigen su salida inmediata.
Mientras tanto, Estados Unidos ha señalado que podría tolerar la presencia de Assad durante un breve periodo de transición pero tras su conclusión debería salir de la escena política.
PV