Punto de Vista Revista digitalAyer, alrededor de las 9 de la mañana, Turquía derribó un avión de combate ruso en la frontera con Siria. Según el jefe del Estado Mayor de Turquía, el avión violó el espacio aéreo turco “durante cinco minutos a pesar de ser advertido diez veces”. Rusia dijo que no hubo violación y que Turquía derribó el avión mientras éste estaba en el espacio aéreo sirio.
No soy experto en el tema y no tengo ninguna información secreta que confirme alguna de las reivindicaciones. Pero te daré un pensamiento objetivo: Si el avión ruso no hubiese violado el espacio aéreo turco, Ankara no se habría metido en este problema. A pesar de su dura retórica sobre Siria en las primeras etapas de la guerra civil, el Gobierno turco ha tenido mucho cuidado para no participar en cualquier aventura militar. Ha evitado una confrontación militar, incluso con el régimen de Bashar al-Assad, una fuerza militar mucho menos poderosa que la de Rusia. Con ello, la idea de que Turquía inicie una escalada con Rusia, ex superpotencia mundial, simplemente no es razonable.
Esto no quiere decir que este incidente no causará resentimiento entre las dos capitales. La respuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, fue muy dura. Culpó a Turquía de “apoyar a los terroristas” y apuñalar a Rusia por la espalda, país que en teoría está luchando contra estos terroristas. Pero esto es pura demagogia. Turquía no apoya a los llamados “terroristas” por todo el mundo, es decir, al Estado Islámico de Irak y el Levante(ISIL), y Rusia lucha más contra los rebeldes, a los que apoya Occidente, que contra los terroristas.
De hecho, en los últimos días, la Fuerza Aérea rusa que opera en Siria bombardeó a un grupo armado sirio que nada tiene que ver con el ISIL: Los combatientes turcomanos que defienden la Jabal Turkman ( la “montaña de los turcomanos”), en Latakia, en el noroeste de Siria. Los turcomanos, que simplemente son turcos que se quedaron en el otro lado de la frontera cuando cayó el Imperio otomano, tienen la simpatía y un gran apoyo en todo el espectro político de Turquía. No apuntan a nadie, simplemente se defienden de las fuerzas de combate de Siria, incluyendo las del régimen de Bashar al-Assad.
Veremos de qué se trata la advertencia de Putin sobre las “consecuencias” de este incidente. En cualquier caso, esto puede ayudar a que Ankara se acerque a sus aliados de la OTAN, que no debe temer apoyar a Turquía en esto.
Mientras tanto, el incidente del avión también resaltó algo más de la política interna de Turquía. La declaración técnica sobre el derribo del avión ruso vino por parte del Jefe del Estado Mayor, algo habitual y esperado. Sin embargo, la primera declaración política, que normalmente viene de la oficina del primer ministro, vino de la oficina del presidente. Como muchos han pensado, esto es otra señal de que el “sistema presidencial” que tanto ansía el presidente Erdogan ya está en la práctica, es una realidad de facto.
Por cierto, ayer tuvo lugar una importante reunión en Ankara: el primer ministro Davutoglu visitó a Erdogan para consultar con él la formación del nuevo gabinete. No es ningún secreto que esta reunión se ha retrasado por el descontento de Erdogan con los miembros del gabinete que Davutoglu tenía en mente. Al final, la lista ha sido anunciada y ha demostrado que lleva por completo el sello de Erdogan. Ali Babacan, jefe de la economía desde 2002, fue excluido a pesar de la conocida insistencia de Davutoglu de mantenerlo en su asiento.
En otras palabras, mientras el avión ruso derribado puede poner a Moscú y Ankara en un conflicto político, se podría decir que Turquía se dirige gradualmente hacia una presidencia de estilo ruso. Realmente vivimos en tiempos interesantes.
MUSTAFA AKYOL
TH
