Turquía pide la vuelta a la normalidad con Israel, sorprendiendo a propios y a extraños.
Poco después de que Turquía derribara un avión ruso en la frontera turco-siria el 24 de noviembre del año pasado, Rusia, en represalia, desplegó un sistema antiaéreo de misiles S-400 en una base militar en Siria. De hecho, el derribo del avión ha supuesto una buena excusa para que Rusia continúe desarrollando su presencia militar en el interior y los alrededores de Siria, lo que representa una amenaza directa para Turquía, país miembro de la OTAN.
La participación militar directa de Rusia en Siria en apoyo del régimen del Presidente sirio Bashar al-Assad ha alterado la ecuación ya que, entre otras cosas, ha puesto fin a la superioridad militar de Israel en la región.
Las ideas de un acercamiento turco-israelí llegan en un momento en el que Turquía se encuentra sin muchos de sus antiguos aliados en Oriente Medio debido a las consecuencias de sus mal concebidas políticas exteriores, mientras que Israel está siempre en la necesidad de aliados fiables.
Tras romper sus lazos con Israel y degradar la representación diplomática de Tel Aviv al nivel más bajo posible después del incidente del barco de ayuda turco en 2010, Turquía ha retomado el contacto con Israel con el fin de mejorar las relaciones.
En 2010, un barco de ayuda turco, el Mavi Marmara, en un intento por romper el bloqueo por parte de Israel de la Franja de Gaza, controlada por Hamas, fue asaltado por comandos israelíes, dando lugar a la muerte de ocho activistas turcos y uno turco-estadounidense.
Turquía asegura que la normalización de las relaciones será posible una vez que Israel cumpla con la tercera de sus tres condiciones para el acercamiento: el levantamiento del bloqueo en la Franja de Gaza. Israel ya ha pedido disculpas a Turquía por la muerte de los activistas turcos y ha accedido a pagar una indemnización a sus familiares, pero estas dos condiciones se acordaron hace algún tiempo, y uno se pregunta qué ha cambiado desde entonces para que ambos países se muestren ahora tan entusiasmados por retomar sus lazos y volver a los viejos tiempos, cuando ambos disfrutaban, entre otras cosas, de vínculos militares y de industria tan estrechos.
Muchas teorías se han propuesto para explicar por qué el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y su presidente, después de haber dirigido ataques y acusaciones verbales sistemáticas hacia Israel en los años siguientes al incidente del Mavi Marmara, están ahora tan interesados en la normalización de las relaciones con Israel.
El interés de Turquía, o incluso la desesperación, por retomar las relaciones con Israel se hace evidente al escuchar, por ejemplo, las declaraciones que han hecho varios altos oficiales turcos.
El Presidente Recep Tayyip Erdoğan recordó el 2 de enero que las condiciones de Turquía para la normalización de las relaciones con Israel se mantienen, pero añadió que es un hecho que Turquía e Israel se necesitan mutuamente en la región.
En declaraciones a un grupo de periodistas a bordo de un avión de regreso a Turquía después de una visita a Arabia Saudita, Erdoğan señaló: “Israel necesita a un país como Turquía en la región. Y tenemos que aceptar que nosotros también necesitamos a Israel. Esta es una realidad de la región.”
Sorprendentemente, Egipto parece ser un país clave en Oriente Medio, con el potencial de facilitar el acercamiento entre Turquía e Israel.
Es tal vez esta la razón por la que se cree que Erdoğan ha pedido a Arabia Saudita que utilice sus vínculos con Egipto con el fin de alentar los esfuerzos para permitir que más ayuda humanitaria turca llegue a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, controlado por Egipto. El cruce de Rafah es el único punto de cruce entre Egipto y la Franja de Gaza, mientras que el tráfico de mercancías se desvía hacia el paso fronterizo de Kerem Shalom, controlado por Israel.
Hamas, que controla Gaza, está vinculado a los Hermanos Musulmanes, que han sido duramente perseguidos en Egipto.
Cuando las relaciones entre Turquía y Egipto eran buenas, Turquía accedía a Gaza a través de Rafah, pero debido a que el gobierno turco rompió relaciones con Egipto después de un golpe militar organizado por el actual Presidente del país, Abdel Fatah el-Sisi en 2014, la situación es diferente. Egipto, al igual que Israel, correspondió a la mala voluntad de Turquía.
Egipto ha solicitado supuestamente a Israel que no facilite la entrada de Turquía en Gaza.
Además, existe la posibilidad de que Egipto socave una cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), prevista para abril de este año en Estambul. Egipto, que es el actual jefe de la OCI, puede generar dificultades a la hora de entregar la presidencia de turno de esta organización a Turquía durante la cumbre de Estambul. ¿Hará esto Egipto? Puede que sí, puede que no. Todo depende de si Turquía cambia sus políticas en contra de Egipto.
Por lo tanto, parece que Turquía también tendrá que llegar a un acuerdo con Egipto si quiere normalizar sus relaciones con Israel.
Mientras tanto, Turquía parece estar satisfecha con el relajamiento de la circulación de personas y mercancías a través de los pasos fronterizos a Gaza, lo que significa un giro de 180 grados en su demanda previa para que Israel levante el bloqueo a Gaza por completo.
LALE KEMAL